martes, 3 de diciembre de 2013

Generación #Selfie 1


En un ejercicio escrito motivado por la inspiración más superflua me pregunto porqué la moda y la ropa definen nuestro yo externo. ¿Cuántas son las posibilidades que podemos mostrar de  nosotros mismos?

Es el ego del actor que interpreta mil personajes, el pequeño soñador que juega a ser cosas que no son.
Mis medios son la fotografía y el vídeo, y me gusta actuar ante la cámara, porque el actor aunque cree mil caras y personajes no deja nunca de ser él mismo. ¿O quizás solo es el contenedor de algo superfluo? Por unos segundos en tiempo real, pero eternos en fotografía, me convierto en cuatro versiones estéticas de mi mismo. Cualquier fondo es la excusa perfecta para posar y posar.



Abrumado por la generación #selfie no reniego del autorretrato y del "yoismo" porque en el fondo esta actitud supone la abstracción de nuestro tiempo. Mostrarnos supone irónicamente una manera de
aislarse del mundo. Esto ocurre en mi Instagram, donde no quiero compartir solo mis trabajos, también quiero enseñar con miles de hashtags a dónde viajo, mostrar la luz de la mañana o publicar una dosis de fotos que muestren a "Yo" en su casa, en la playa, en el bosque, con mis amigos...

El arte de los más pop no me asusta ni me da pudor... Porque lo pop no es moderno, ya es un clásico. Quizás los modernos reales y transgresores sean los ermitaños que no muestran toda la información de sus frívolos gustos y vidas en las redes para después ser espiados por estos gobiernos trasnochados.
Benditos vegetales tecnológicos que no dependen del "like".

Los "chic@s #selfie" viven en una burbuja particular en la que sueñan que son únicos y especiales. Pero realmente para mí supone un ejercicio de falso #Me, como ocurre en el caso de mi proyecto "Copying & Living Claudia" porque en el fondo ¿cuándo sabes si eres tú mismo, lo que la sociedad pide de ti o lo que tus musas te imponen? Puede ser interesante ejercitar reflexiones sobre fotos de ego y darle a unas fotos sin pretensiones un significado, pero para mí a veces lo más "naíf" puede encerrar un truculento significado, porque al final lo que importa es ese sentido pop del que nos retroalimentamos continuamente.

Por unos momentos me convierto en un chico Planet Palmer, simplemente porque es una marca de ropa que me gusta. En cada imagen llevo una de sus prendas dando vida a un chico anuncio, un chico escaparate: porque quiero y porque no me da miedo pensar que en el fondo no tiene nada de malo mostrarnos como queremos que nos vean.  #notengasmiedodelegoigualtesorprendes ;)





Agradecimientos a Planet PalmerBrianda Fitz James 

¡¡Como resumen un "egovídeo" promocional que no os podéis perder!!



Imágenes tomadas durante el proyecto Aminta & Pachi

El próximo miércoles Generación #Selfie 2

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